NO ME OBLIGUEN A MORIR ( ¡AÚN NO!)

No lo ves.
Aún no es mi momento.
Soy mala para tí,
soy un deshecho humano.
No lo ves, solo soy
imperfecta aunque
deshonesta, egoísta,
egocéntrica, insana.
Te sorprendo cada día,
abriendo tus ojos cerrados,
por inocencia vaga, fantasía.
No me reconoces, es que ni
tan siquiera me conoces.
No tuviste tu momento,
tampoco quise dártelo.
Aún resisto de pie,
y te duele verme mujer,
te lastima mi conducta
estoica, precaria,
insulsa y despechada.
Aún no.
Y esta vez, debes entenderlo.
3 comentarios
Erika -
hombre mirando al noroeste -
Anónimo -
De masturbarme ahora, sería, con seguridad, mecánicamente (no puedo evitar sonreirme con la imagen patética de tu mano tratando de excitar un sexo ridículamente flácido, muerto casi).
No amo sino por sentirme vivo; porque, amándote, me amo más todavía.
«Jamás estaría con una persona como yo». Ni yo con una como yo (complacencia cínica, bien que adorable), precisamente por ello, debemos condenarnos; tirarnos al vacío que nos es predestinado, con la esperanza ingenua de plenitud.
(Nadie nunca podrá reprocharme que fui un cúmulo de aciertos.)
Mi verdadero amor no podrá sino resultar de la suma de mil falsos amores, como la victoria es suma de derrotas.